30 años
Está en Ciudad de México
Artista visual

Interrumpí una vida institucional para instalarla en mi departamento. Comencé a hacer
empanadas y a pensar en las cosas que podría realizar cuando tenga la libertad moral de salir de
mi departamento y me encuentre con un escenario nada alentador.

En general, comencé a preocuparme por todo.

En realidad comencé a sentirme incómoda con mi cuerpo, no por un tema estético sino porque
ante este virus soy de esas personas que más riesgo corren.

Soy asmática, obesa y creo que tendré tendinitis un día de estos.

Comencé a preguntarme hasta cuándo alcanzaré a vivir y acerca de las cosas que podría perder.
También me di cuenta de que estoy parado en un abismo de incertidumbre, no tengo seguro
social, afore, ni un terrenito en Huitzilac...

No con mi familia, digamos paterna o materna, pero sí en casa con mi pareja. Me he replanteado
varias cosas en relación a mi comportamiento en casa y la posibilidad de encontrar una mejor
repartición de nuestros recursos en caso de que la situación se agrave.

Esto es un tema un poco complicado, a pesar de que nuestro espacio es algo grande (para dos
personas), encontrar momentos para estar con una misma es difícil, a veces ambas sentimos que
necesitamos más aire y esto de repente tensa la situación.

He estado trabajando estos últimos meses en levantar un pequeño laboratorio fotográfico y en
comenzar a crear una comunidad que al igual que nosotros, esté fuertemente interesada en
procesos antiguos, lo cual me ha llevado a desarrollar videos sobre algunas recomendaciones
básicas de fotografía.

En un principio diría que todos y todas, desde el tendero hasta mi jefa, pero quizá sea algo que
necesite pensar con mayor profundidad.

Creo que en este momento estamos al borde de una ruptura que ya se está dando a notar. Nos
dimos cuenta de que nuestro conocimiento también es un valor de cambio y eso modifica
completamente el paradigma económico, si le sumamos el potencial que tiene éste en las redes
sociales y otras plataformas digitales para visibilizarse, tendrás de inmediato un producto que
pueda venderse por sí mismo (tutoriales, cursos, webinnars) o que te acercará a otras
profesionales que te permitan crear un producto más redondo.

No es gratuito que en este momento muchas instituciones comiencen a inventarse una manera
equivocada de volcar sus contenidos a las redes sociales, obviamente porque no están capacitadas para esta labor o porque nunca invirtieron lo necesario para crear plataformas digitales.

Tampoco es de a gratis que incluso Waldos esté contratando a cantantes exitosos para dar talleres de producción musical en sus plataformas.

Así que, si tengo que apostar por algo, sería reforzar las redes de conocimiento y el desarrollo de
plataformas que contribuyan a ello. Ya existían, Domestika, Crehana y los tutoriales de YouTube
que tanto fueron criticados. El hilo ya está puesto desde hace mucho, es cosa de tomarlo en serio
y entender que en este mundo no existe nadie que lo sepa todo, ésa es el área de oportunidad.

¿Qué interrumpiste y qué has comenzado a causa de esta cuarentena?





¿Cómo ha cambiado la percepción que tienes de tu cuerpo?




¿Cuál es tu relación con la vejez?



¿Ha cambiado el rol familiar que interpretas?



¿Cómo experimentas tu intimidad durante esta pandemia?



¿Qué iniciativas tienes por tu comunidad creativa?




¿Qué relaciones sociales son relevantes para tu trabajo creativo?


¿Por qué modelos de economía creativa apuestas?

Belleza

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