35 años
Está en Ciudad de México
Diseñador gráfico y fotógrafo

A nivel laboral, tuve que adaptarme a una nueva forma de dar clases. Soy profesor de 4 materias
en una preparatoria y muchas de las actividades que tenía planeadas con lxs alumnxs fueron
imposibles de realizar a distancia, tuve que encontrar alternativas para continuar con el plan de
estudios; a lo que se le suma lidiar con la apatía de parte de los grupos a causa de su encierro y su
manera tan personal de manejarlo.

Interrumpí muchas actividades relacionadas a mi trabajo en la revista Mi Valedor; estábamos
planeando una exposición, recorridos fotográficos y el aniversario de la revista. Y en mi trabajo
como diseñador quedaron atrás las juntas presenciales y mis constantes recorridos por la ciudad
para visitar clientes y proveedores.

Comencé con otras formas de llevar a cabo mis proyectos y juntas, desde casa.

Tengo una extraña apatía y desinterés por cómo me veo. No veo a nadie más allá de las personas
con las que tengo confianza total: mi pareja con quien vivo, a veces mis padres y mi hermana, a
quienes veo cuando tengo que llevar cosas a su casa. El arreglo personal esmerado pasó a un
segundo término, pero me gusta observar mi cuerpo y cómo se adapta al encierro. Mi barba está
crecida, tiene muchas canas; como sano pero mi actividad física es reducida, lo noto en lo que
parece ser un par de kilos de más (no me he pesado ni lo haré, solo es lo que veo). Tanto lavarme
las manos y limpiar todo con cloro las está maltratando; hace unas semanas dolían.

A ratos pienso que no la conoceré y si la conozco, será acompañado de mi pareja, si bien nos va.
Me preocupa más la vejez de mis padres.

Soy el miedoso. No ha cambiado, siempre lo he sido.

Agradezco estar pasando por esto acompañado de la persona que amo. Aunque a ratos no nos
aguantemos por pasar tanto tiempo juntos y sin actividades individuales fuera de casa.

Mi comunidad está pasando por un momento muy complicado. Cada día veo a más colegas,
fotógrafos y artistas, en baches a nivel económico. Cuando puedo, aporto. Pero no es tan seguido
como quisiera, mi economía no lo permite.

El intercambio de experiencias con colegas y con grupos diversos; hemos podido trasladar los
diálogos a plataformas digitales, pero nunca es suficiente. Además, como fotógrafo de calle, salir
es indispensable.

Quisiera pensar que en una especie de intercambio, pero insertados en una economía de
producción y sostenida por el dinero, no lo veo posible. Cuando termine la cuarentena, muchas
cosas serán distintas, me preocupa que colectivos independientes y artistas sin apoyos
empresariales o gubernamentales hayan tenido que dejar de crear.

¿Qué interrumpiste y qué has comenzado a causa de esta cuarentena?












¿Cómo ha cambiado la percepción que tienes de tu cuerpo?







¿Cuál es tu relación con la vejez?


¿Ha cambiado el rol familiar que interpretas?

¿Cómo experimentas tu intimidad durante esta pandemia?


¿Qué iniciativas tienes por tu comunidad creativa?



¿Qué relaciones sociales son relevantes para tu trabajo creativo?



¿Por qué modelos de economía creativa apuestas?

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Mayo