25 años
Está en Ciudad de México
Artista visual
carmenhuizar.tumblr.com
@carmen.huizar
nohacernada.org
¿Qué interrumpiste y qué has comenzado a causa de esta cuarentena?
¿Cómo ha cambiado la percepción que tienes de tu cuerpo?
¿Cuál es tu relación con la vejez?
¿Ha cambiado el rol familiar que interpretas?
¿Cómo experimentas tu intimidad durante esta pandemia?
¿Qué iniciativas tienes por tu comunidad creativa?
¿Qué relaciones sociales son relevantes para tu trabajo creativo?
¿Por qué modelos de economía creativa apuestas?
Dejé de concentrarme. Al principio del aislamiento, me presionaba por hacer todo lo que siempre
había querido, pero que no había tenido tiempo ni espacio para lograrlo. Creo que este momento
es como el arcano XII del tarot: Lx Colgadx, por un lado, es estar atada de pies y manos, por otro,
es una pausa y una oportunidad para tener una perspectiva distinta.
El sedentarismo del confinamiento produjo que estuviera más consciente de tener un cuerpo, de
ser un cuerpo; éste se hacía cada vez más pesado al no estar inserto en la dinámica de la “vieja
normalidad”, en la que las múltiples actividades no permitían detener(se) y percibir(se).
En los peores días de encierro imaginaba ser una interfaz digital sin una materialidad, sin
necesidades físicas; poder ponerme en pausa y reiniciarme para un momento mejor. Pero ni lo
digital carece de una materialidad, existe un servidor físico en alguna parte del planeta
almacenando esa información.
Extrañaba los días en los que me dormía cansada físicamente. Así, cuando pasé a un aislamiento
menos estricto, aproveché el exceso de tiempo y energía para usar mis pies como medio de
transporte. Caminar me hizo combatir la sensación de entumecimiento.
Mi concepción de la vejez está algo idealizada, la veo como estar en la cima, poder ver y percibir
desde ese lugar. Su representación visual sería la pintura romántica El Caminante sobre el mar de
nubes (1817-1818) de Caspar David Friedrich.
La relación con mi familia no ha cambiado sustancialmente, ya que desde que vivo en la Ciudad de
México, ha sido una relación a distancia.
He estado la mayor parte del tiempo en soledad. Me cuesta trabajo frenar la sobreestimulación
digital de mis sentidos, que en este contexto son siempre los mismos, tanto visuales como
auditivos. Necesito forzarme a tener momentos en silencio para poder escuchar(me). También he
tratado de diversificar los estímulos a los que tengo acceso en esta situación, descubriendo nuevas
recetas de cocina y caminando, por ejemplo.
nohacernada.org, un proyecto curatorial que mi amiga Daniela Flores Arias y yo iniciamos en 2015,
en el que colaboramos con artistas, curadorxs y editorxs. Funcionamos como un espacio virtual, un
archivo y una plataforma autogestiva que genera vínculos; experimentamos con las posibilidades y
restricciones que ofrece el entorno y proponemos a la curaduría y la gestión como procesos
artísticos por sí mismos.
Compartir, rebotar ideas con mis amiguix.
Por hacer un esfuerzo en ver lo que no está a la mano.
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