23 años
Está en Ecatepec, Estado de México
Creador de moda y arte
@_erickmolina_
Mayo
Creo que poco se interrumpió, esta cuarentena solo ha acelerado los pensamientos que ya traía. El tema del tiempo ya me hacía ruido por todo lo que se escucha de la industria de la moda y con
este encierro, parece que me escupieron tiempo en la cara. Es el tema para mi próxima colección
que estoy trabajando desde casa.
También he empezado a agradecer muchas cosas que daba por hecho: salud, casa, alguien con
quien platicar; por el momento lo tengo y me siento muy afortunado. Es bastante malo lo que la
humanidad atraviesa, pero si no aprendemos algo considero que será una grandísima tragedia.
Me he dado cuenta del tiempo que implica un buen cuidado. Cocinarse algo rico necesita la misma dedicación que tomar un buen baño. Al final esos detalles del día a día nos hacen sentir bien y con el ritmo que teníamos no me había fijado en ello. He notado que muchas personas han tomado interés por las plantas en estas semanas y documentan en redes lo maravilloso que es verlas crecer, me parece muy interesante y espero que esa misma fascinación la llevemos a nuestros cuerpos. Con esta cuarentena algo así germinó en mí.
Crecí viendo la vejez como algo lejano y como si fuera la cuenta al final de una comida. Ahora la
veo como una constante en la vida. Nuestro crecimiento nos hace vivir una juventud y una vejez
simultánea.
Vivo con mi madre y creo que mi rol ha evolucionado en estas semanas. Aporto mucha más ayuda
de la que solía, también he notado cómo mi mamá me cuenta sus temores y cómo siente alivio en
ello. Siento cómo los roles de la figura de seguridad se fueron difuminado, ahora ella siente lo que
yo cuando era pequeño.
He descubierto muchas posibilidades de intimidad que se pueden crear: desde espacios como la
azotea de mi casa hasta escribirme a mí mismo. También me doy cuenta de lo importante que es
el contacto físico con lxs demás e indudablemente extraño abrazar y percibir las voces de las
personas. Me da mucha curiosidad cómo experimentaremos la intimidad en la nueva normalidad, hasta dónde abarcará mi espacio, mi cuerpo, mi voz, mi olor y ¿dónde empezará el de lxs demás?
He platicado con las personas con quienes suelo trabajar para checar cómo están anímicamente.
Hemos sacado cosas buenas pero es innegable el miedo que enfrentamos sobre la inestabilidad de nuestras profesiones. Platicando, hemos encontrado que tenemos habilidades adicionales y que podemos sacar provecho de ellas, lamentablemente me doy cuenta que no podemos dedicar todo nuestro tiempo a lo creativo, si no eres privilegiadx necesitas tener alternativas de ingresos.
Considero a la mayoría de las personas con quienes trabajo como amistades, hasta ahora me doy
cuenta de lo importantes que son nuestras pláticas cuando tomamos algo o paseamos por la
ciudad. Ahora tomo en cuenta esos ratos como tiempo de trabajo y no como una mera
distracción.
Me gustaría tener una propuesta en cuanto a lo económico pero por el momento solo tengo claro
que hay que tejer redes de trabajo no centralizadas. Como habitante de la periferia sé que hay
muchas personas interesadas en lo mismo y quiero dedicar esfuerzos a esto.
¿Qué interrumpiste y qué has comenzado a causa de esta cuarentena?
¿Cómo ha cambiado la percepción que tienes de tu cuerpo?
¿Cuál es tu relación con la vejez?
¿Ha cambiado el rol familiar que interpretas?
¿Cómo experimentas tu intimidad durante esta pandemia?
¿Qué iniciativas tienes por tu comunidad creativa?
¿Qué relaciones sociales son relevantes para tu trabajo creativo?
¿Por qué modelos de economía creativa apuestas?
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